En esta entrada, vamos a descubrir algunos de los alumnos que podemos encontrarnos en nuestras aulas. En esta ocasión, nos vamos a centrar en los niños con TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Es bastante común, sobre todo en la etapa de la educación infantil, encontrarnos con la dificultad para distinguir entre un niño movido (qué niño no lo es a estas edades) de un niño con una dificultad para controlar sus impulsos y su actividad, unido a una falta de regulación de su atención.
"Tiene que tener la capacidad para sacar lo bueno del niño o niña con TDAH y conocerle bien, más allá de las clásicas recomendaciones que se hacen sobre el TDAH en la clase (dónde colocar al niño, por ejemplo). El saber destacar las cualidades de este niño y mostrarlas ante la clase y entre los compañeros, es una forma de darle a él una importancia y una relevancia en el grupo. Puede ser más complicado en función de lo disruptivo que sea el comportamiento del niño, por lo que ahí entran a jugar un papel importante las habilidades del profesor."
A continuación, os dejamos una adaptación curricular para este tipo de alumnado, que se centra en una unidad de expresión plástica.
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